Las Nuevas Tecnologías Para La Eficiencia Hídrica

La escasez hídrica es un problema que se irá agudizando cada vez más. El 70% del territorio Argentino es desértico o semidesértico. Por esta razón, las estrategias de aprovechamiento hídrico serán vitales en el desarrollo de las ciudades y cultivos.

Desde principios del siglo XX la conciencia por el medio ambiente y gestión del riego, la preocupación por la eficiencia y el uso debido del agua han aumentado de manera significativa, por eso de la mano de las nuevas tecnologías y la investigación se buscan las mejores alternativas para el aprovechamiento hídrico.

En el ámbito de las ciudades, Invirtiendo bajos montos de dinero, se pueden obtener grandes ahorros de agua, tiempo y energía, a la vez que se optimizan los recursos, se perfecciona la prestación de servicios, se mejoran los espacios verdes y aumenta la productividad.

Se estima que en el mundo existen unos 1.400 millones de km3 de agua, de los cuales 35 millones (2,5 por ciento) son de agua dulce. Las extracciones anuales de agua para uso humano ascienden a alrededor de 3.600 km3. Los sistemas de provisión natural de agua están cada día sometido a más y más estrés hídrico. Ríos, aguas subterráneas y otras fuentes cada día están más comprometidas.

El agua es un recurso estratégico y la competencia por su obtención está en aumento, como resultado del crecimiento poblacional, el cambio climático, el desarrollo económico y la atención a los servicios ambientales.

El dato llamativo es que más del 30 por ciento del agua usada en riego es desaprovechada. En este sentido, los sistemas de riego inteligente ahorran grandes cantidades de agua de agua optimizando su uso.

Para maximizar la producción agrícola existen dos factores clave: la gente y la tecnología. El factor humano resulta ser el más importante, debe comprender la tecnología, sus ventajas y utilizarla de manera eficiente. A través de la conciencia y el uso responsable del agua, se puede utilizar el sinfín de avances tecnológicos que optimizan el uso de este preciado bien, el tiempo y el costo energético.

Mediante un buen manejo de las tecnologías aplicadas a los sistemas de riego, pueden detectarse las diferentes necesidades hídricas, controlar el exceso o escasez de agua y hasta monitorear el clima, haciendo todo más fácil, flexible y al mismo tiempo optimizando el riego.

Las ciudades mejoran sensiblemente su imagen cuando sus espacios públicos están bien cuidados. El riego inteligente resulta una opción cada vez más usada para embellecer y multiplicar los espacios verdes. Con bajos volúmenes de inversión se generan altos impactos en la imagen y calidad de vida de los habitantes de de nuestras ciudades.

Las ciudades que quieran avanzar hacia estrategias de smart city deberán necesariamente que contemplar la incorporación de estas nuevas tecnologías aplicadas al riego para mejorar sus espacios públicos. Ciudades verdes, mejoran sustancialmente la calidad de vida de sus habitantes.